A día de hoy, la mayor preocupación en cuanto a la energía es su mantenimiento y almacenamiento más que su producción. Es necesario un sistema que permita que se guarden grandes reservas de electricidad para que puedas ser usadas en horas de gran demanda y escasa producción, donde haga falta un impulso extra para suplir las exigencias de la red.
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Con el por otra parte necesario incremento de las renovables en el panorama energético, se ha apreciado que existe una demanda que estas formas de producción de electricidad no pueden abastecer por causas naturales (una sucesión de días nublados o con poco viento, por ejemplo) y la producción eólica y solar están paradas. Es por eso que hay una necesidad real de conservar la energía, aunque no sea a modo de electricidad como tal, como es el caso del almacenamiento hidroeléctrico; una tecnología que lleva 100 años con nosotros y es demostradamente eficaz y fiable.
Mediante el uso de dos embalses conectados entre sí, se puede interponer una salvaguarda para la producción eléctrica, ya que un sistema de bombeo permite almacenar energía elevando el agua de un embalse inferior a otro situado en una posición más elevada. Esto provoca que, de una forma rápida, se pueda generar electricidad de forma rápida mediante el paso de agua por una turbina, todo ello claro, sin emitir un solo gramo de dióxido de carbono a la atmósfera, y más si el sistema de bombeo se alimenta de la propia energía de las turbinas, placas solares o molinos eólicos. Así pues, la energía que sobre en períodos de bajo consumo se usa para bombear el agua y generar energía de alta calidad que sirva para cubrir las necesidades de la red en picos de demanda.
Esta es también una energía barata en costes variables ya que su coste del megavatio por hora oscila entre los 180 euros y los 240 euros, en comparación con su competencia más directa, las baterías. Estas últimas tiene un coste de MW/h que varía entre los 330 euros y los 980 euros, siendo evidentemente superior.
Tal es su fiabilidad, que en un país como Estados Unidos el almacenamiento energético por bombeo representa cerca del 97% del total. En el país norteamericano existen a día de hoy más de 40 plantas capaces de producir 2,3 gigavatios de potencia, lo que abastecería a una gran ciudad como Nueva York durante varias horas. En el caso de España, solo Iberdrola, la mayor productora de este tipo de electricidad, cuenta con capacidad para producir 3.192 megavatios. Esta alta capacidad de producción se debe a que, durante buena parte del siglo XX, toda la potencia generada en España provenía de las turbinas hidroeléctricas. A día de hoy una cifra que representaba el 100% de la producción alcanza el 12% en un año hidráulico medio.
Unos de los problemas que acarrea este sistema de almacenamiento es el impacto medioambiental y paisajístico que acarrea tener que construir embalses y turbinas en entornos naturales, así como el tiempo necesario en tener los permisos y licitaciones necesarios y realizar las obras; todo ello a un coste inmenso. Es por este motivo por el que se está desarrollando la idea de darle una nueva vida a las minas abandonadas, convirtiéndolas en embalses, para ahorrar en costes y disminuir el impacto.
En este contexto, las centrales de bombeo son una herramienta fundamental para la generación de energía de producción interminente, dados los baratos costes de mantenimiento que acarrea. Esto permitirá la configuración del nuevo mix energético basado en las energías renovables cuyos sistemas de respaldo tienen un peso muy importante, dado que algunas veces podrían no generar toda la electricidad necesaria.
En Proyectos Hidráulicos y Energéticos apostamos por esta tecnología, llevando a cabo diseños y ejecuciones de sistemas de bombeo hasta balsa elevada usando solo energía solar. Proyectos Hidráulicos y Energéticos creemos que ser responsables con el medio ambiente es una responsabilidad, por lo que depositamos nuestras confianzas en la energía limpia y eficiente con cero emisiones a la atmósfera, que consigue ahorrar más que los tradicionales sistemas diésel para que así nuestros clientes consigan sacar el máximo provecho a sus sistemas agrarios y necesidades energéticas. Solo tienes que ponerte en contacto con nosotros y nos encargaremos de todas las partes del proceso, desde la planificación y la licitación, hasta la construcción.