En Renovables, Sin categorizar

Uno de los problemas fundamentales a la hora de construir y plantear los proyectos de plantas de energías renovables es el impacto medioambiental y en el paisaje que ocasionan. Para la construcción de una granja solar o un parque eólico (y no digamos ya de una presa) se requieren grandes cantidades de terreno que, muchas veces, es necesario para otros fines.

El viento ya no mueve barcos, mueve turbinas

Con un planeta cuya superficie cubierta de agua es del 70%, la decisión es clara: hay que construir en el mar. Países como Dinamarca, que no destaca especialmente por su terreno libre, decidieron hace años apostar por colocar turbinas eólicas en el mar del Norte. Esto le permitió al país nórdico sobrevivir 24 horas únicamente con la energía del viento, generando 216.000 kW por hora.

Viendo los buenos resultados que han obtenido, este país sigue apostando por esta tecnología. Tanto es así, que los ingenieros daneses tienen planeado construir en mitad del mar del Norte una isla artificial de 6 kilómetros cuadrados llamada Power Link. Este mastodóntico proyecto tiene como objetivo generar para 2030 unos 30 gigavatios de energía, una producción 1000 veces mayor de la generada en España a día de hoy. Así pues, Power Link proporcionará electricidad para unos 80 millones de europeos.

Entre las ventajas de este proyecto respecto a los generadores aislados, cabe destacar el uso de cables más cortos -por la conexión de las turbinas con la isla- y el uso de la corriente alterna, más barata que la directa. También cabe destacar que en términos logísticos y de mantenimiento se podrán reducir mucho los costes, ya que la isla artificial contará con puerto y aeropuerto propios.

El sol y el mar

La energía solar es también un problema a hora de construir sus plantas. Requiere grandes parcelas de terreno y zonas de ciertas características donde el sol tenga presencia el mayor número de horas posible. Como hemos dicho antes, se podría aprovechar ese 70% de espacio “libre” para construir plantas solares, sin que exista limitación alguna de espacio.

Según Microsiervos, con establecer seis puntos de gigantescos parques solares se podría tener un planeta de energía 100% solar. Estos emplazamientos corresponden a desiertos de todo el mundo (desde el de Nevada al Sáhara, pasando por los del Gobi). Sin embargo, no es descabellado pensar que esto también podría producirse en aguas cercanas al ecuador (donde más luz se recibe).

El aprovechamiento de zonas marinas o acuáticas de interior sin valor ecológico podría incrementar la productividad de las plantas solares en un 11 por ciento, según K-water, la compañía de aguas de Corea del Sur. Esto supondría, a gran escala, una mejora notable en la generación de energía. Las causas de esta implementación, aseguran desde K-water, son la menor temperatura ambiental en alta mar y la escasa o nula rugosidad (obstáculos).

De esta idea surgen varios desafíos. El primero de ellos es el oleaje y las tormentas que se generan en alta mar, con variaciones de altura de unos 10 metros, olas de hasta 2 metros y vientos huracanados. Debido a esto, se están fabricando paneles adecuadamente resistentes a las inclemencias del tiempo. Por otro lado, la constante amenaza del salitre y la oxidación sí es un problema a tener en cuenta. Así pues, desde Sino Voltaics, empresa referente en el sector, todavía no se ofrecen garantías de que estos generadores puedan aguantar de forma eficiente.

Generadores de agua dulce

El mar es un ambiente peligroso, por eso los generadores solares acuáticos se están desarrollando más en embalses o lagos. China ha inaugurado recientemente el parque más grande de su tipo en la provincia de Anhui. Con capacidad para generar 30 MW de potencia, esta planta que daría para abastecer a unas 15.000 viviendas.

En Japón, se ha iniciado la construcción de una planta solar en el embalse de Yamakura. Según los ingenieros nipones, una vez en marcha se podrán generar 13,7 MW, suficientes para evitar que se emitan unas 8.000 toneladas al año de CO2. Precisamente, este proyecto se puso sobre la mesa a causa de la poca disponibilidad de suelo en las islas, como sucede con Dinamarca.

Poca superficie en España

Para el caso de nuestro país y de Portugal, surgen varios problemas. A primera vista, la idea de plantas en alta mar puede suponer atractiva, ya que tenemos mucho sol, viento en abundancia y muchos kilómetros de costa.

Sin embargo, uno de los problemas fundamentales es que los generadores -sobre todo las turbinas eólicas- necesitan estar anclados al lecho marino, el cual, en el caso de la península, es muy profundo.

En Proyectos Hidráulicos y Energéticos también queremos hacer una fuerte apuesta por la energía limpia, aquella que nos proporciona el planeta. Por eso, queremos hacer un mundo más verde con nuestros proyectos para tus instalaciones agropecuarias. Así pues, hemos desarrollado, por ejemplo, la manera más eficiente de riego por bombeo solar para que no se pierda ni una gota de agua. Y todo ello usando la energía del sol y la innovación. Nuestro compromiso en Proyectos Hidráulicos y Energéticos es para ti y nuestro planeta a partes iguales.

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